viernes, octubre 08, 2004

Nadie más

Hoy me ha escrito, y me ha hecho entender muchas cosas, me ha puesto a llorar -una vez más-. Debe ser que no sé como actuar ante tanto de eso que no estaba acostumbrada a recibir. Y esa risa que sale sin pedir permiso, no es burla, es el resultado de los nervios de tanta incertidumbre, yo también lo busco cuando no está, lo tengo en mí siempre, días, tardes y noches, he puesto mi vida en sus manos, aunque no lo he hecho de la mejor manera. Y no tengo otros planes en los que no esté directamente inmerso. Y no puede mi cuerpo adaptarse ya a otro que no sea el suyo. Y no tengo otros sueños en los que no esté presente. Y no tengo otra vida que no le pertenezca. Mis tardes y mis noches a nadie más le atañen.