viernes, octubre 22, 2004

Inevitable.

Siempre me planteo desatinados propósitos –Que sé que no cumpliré-. Es una extraña necesidad, no entiendo porque tengo que hacerlo, pero lo hago y al final, como siempre, termino desistiendo, fallándome. ¡Ay! pobrecita, ni a mí me puedo cumplir.
Pues bien., anoche pensé levantarme muy temprano hoy, a eso de las 9:00 de la mañana, -que para mí ya es madrugar-, y nomás no lo hice, son las 12:00 apenas voy para arriba. Tarde a mi cita. Y no es todo, prometí olvidarme de ‘aquel’ por unos días y tampoco eso me sale bien, he dicho que no contestaré sus llamadas, pero no apago el teléfono, sino hasta tarde por estar esperando a que el aparatito suene y me diga que es él.
Me propuse también olvidarme de aquel asunto del hombre que me daba tanto miedo, la única manera de hacerlo, era descartar todo tipo de contacto con él, y lo ando buscando ahora mismo. No pondré más ejemplos porque no me alcanzaría el espacio. No tengo remedio. Pero… no importa. Sólo toma en cuenta que no debes confiar en mí.