lunes, octubre 25, 2004

Pasa

Caí de rodillas cuando lo vi, me dolió el alma de sólo imaginar su vulnerabilidad en ese momento y no hice más que pensarlo toda la noche..
El mundo gira, oh sí, tanto que ahora él está sentado permanentemente en esa silla, y yo por más que quiera, nada puedo hacer. Una noche fue, que el escritor de destinos decidió que era hora de calmar sus ansias de vivir y contra ‘ese’ o ‘eso’ no hay lucha que valga.
Siempre tan dinámico, tan activo, tan… tan… Qué le vamos ha hacer, algunos daños son irreversibles. Lo quiero igual.