jueves, noviembre 04, 2004

Ya ves...

Prometí no hacerlo más pero ya ves, hay cosas que, aunque me proponga no puedo evitar. Y aquí me tienes una vez más escibiéndote, espero que ahora sí sea la última (Y que no pienses que me pirateo a Sabina o a alguien más, Pero no, no creo yo soy muy mala haciéndolo)

cuando la noche apura su misión
entre la luna y la penuria
navego
en un barco sin rumbo ni banderas

así estoy
con puertos desarmados
extrañando la risa que nos acompañaba
cuando la primavera
mostraba sus tesoros
y tus ojos rodaban por mi piel en llamas

y si la lluvia te mojó de lágrimas
déjame que me beba yo sola la amargura
que te sostenga el brillo de mañana
con un beso que sepa a desayunos sin apuro
sin nada que ocultar
sin nada que negar
con todo entre las almas

déjame penetrar en tus sueños inquietos
déjame desterrar la ingrata incertidumbre
déjame que despierte tu rostro entre mis labios
creeme cuando me regocije entre tus brazos
y mirándote a los ojos te repita: te amo.