Desde el teléfono celular.
[Devon] Serás el mar donde respire, el viento que calme mi deseo, el prado a mitad del bosque donde harán eco mis palabras y donde sentiré la liviandad de tu piel...
[Vita] Serás la llama incandescente que ilumine mi penumbra, serás el agua fresca que consuele mi sed de ti...
[Devon] Y sin embargo, con la noche llega el hambre. La sed poco maculada por el brillo de tus poros, por el crepitar de tu sonrisa desbocada, llamándome a perder la calma tan cerca de ti. En la pesadez de mi propio deseo opacado en el silencio.
[Vita] Y cansados de abatir nuestras alas al viento cuando hayamos llegado al sendero de la nada, dejaremos nuestros cuerpos para ser solo deseo satisfecho.
La culpa la tiene Devon.