viernes, diciembre 31, 2004

Fin de año.

El año termina… el saldo que ha dejado su paso por mi vida no ha sido muy bueno, de hecho, creo que ha sido el peor año que he pasado. Me ha dejado una multitud de dudas, 365 noches de insomnio, un millón de lágrimas amargas, cientos de inquietudes y turbaciones. Sólo algo que vale la pena...
Algo de prisa, mañana postearé algo más elaborado, mientras tanto:
¡Que todos tengan un buen año 2005!

jueves, diciembre 30, 2004

Quiero



Quiero una dulce rendición, una derrota tan agradable que sepa casi como una victoria. Quiero una mentira grande y hermosa en la que poder refugiarme hasta que la muerte me encuentre, o una verdad pequeña que se apague nunca, y por cuyo brillo valga la pena aceptar la muerte o, incluso, la vida.
Quiero caminar hacia atrás, volver a verte como entonces, lleno de sonrisas, de besos y caricias para mí, de proyectos imposibles.
Quiero volver a estar entre tus brazos mientras me susurras que todo saldrá bien, que no hay muro que no podamos saltar, ni montaña que no podamos rodear para estar juntos.
Quiero detener este tiempo suicida y encontrar un motivo que no sea el ruido del despertador para levantarme cada mañana. Quiero un futuro, un futuro hecho por mi, que no este prefabricado, y al que pueda mirar con esperanza y sin miedo. Quiero oírtelo decir una vez más, que estarás a mi lado siempre, joder, siempre.
Quiero encontrar el camino de vuelta al hogar y dejar este que hace tiempo dejó de serlo. Quiero que el huevo y la niña azul no se vuelvan a encontrar nunca, que guarden su historia como lo que fue, algo único e irrepetible. Quiero ser algo más que un verso equivocado que recita un actor borracho mientras la muerte deja caer el telón. Quiero una muerte digna que no me encuentre en la cama de un hospital, mientras todos miran con disimulo el reloj, aburridos de mi lenta agonía. Quiero el trozo de cielo que me habían prometido, y lo quiero aquí, en donde estoy ahora.


Pero ya los ves, mi amor, por encima de todo eso quería dedicarte unas líneas más agradables, que te dijeran cuánto te necesito y te deseo. Y sólo me ha salido esto. Lo siento.

domingo, diciembre 26, 2004

Regalos

En tu cumpleaños no tengo mucho que darte solo unas cuantas cosas... sin valor:

Te regalo un Saturno envuelto en besos nuevos, te regalo mi voz diciéndote: te quiero, te regalo mis labios ardiendo de deseo, te regalo palabras envueltas en recuerdos, te regalo caricias y te regalo mundos robados a los sueños, te regalo mis dudas, mis ganas y mis miedos, te regalo estas manos que viven en tu cuerpo, te regalo las horas, los días y las noches, te regalo momentos de locura y deseo, te regalo la risa y te regalo el cielo, te doy esta pasión que me tiembla en los dedos.
Sé que mis regalos son cosas invisibles, sin valor material bienes de soñadora que no entiende de precios pero no tengo más que esto que te ofrezco, mi corazón, mi alma y unas ganas enormes de abrazarte bien fuerte y llenarte de besos.

Tarde

Todos celebraron la navidad, yo hasta hoy me he dado cuenta que ya pasó. ¿Será que me parece tan cursi, será que no me puedo adaptar al mundo o será que soy una amargada?

domingo, diciembre 19, 2004

3 ideas para un domingo cualquiera

1) Ayer pusieron precio a mi cabeza. Hoy me doy cuenta de que es una ganga, que así yo también me compro. Será que vengo con defecto, porque lo que se dice usada, muy usada no estoy.
2) Cada vez me aburre más la gente aburrida. Y lo malo es cuando tengo que hacer cosas por puro compromiso. Mis días son como un regalo que no te ha gustado para nada, pero que te sientes obligada a lucirlo por el bien de la paz mundial.
3) Le he puesto los triángulos obligatorios a mis relaciones. Necesito mantener cierta distancia. Apenas hablo y me mantengo ausente. Porque si prestara más atención,... no me atrevo ni a pensar qué haría si prestara más atención.

Distancia

De lejos, de muy lejos, conversamos a veces como si el tiempo y la distancia no nos hubieran cambiado, como si nosotros mismos no hubiéramos cambiado, usado, maltratado, disfrutado, manipulado ese tiempo; como si las palabras y los silencios, que son otros, que son menos, fueran los mismos de ayer y aún pudieran ser los de mañana; como si esta estatua que llevamos por fuera y el candor que fluye por dentro mantuvieran todavía aquel equilibrio de hace tiempo; como si todo aquello que te pudiera contar permaneciera en alguna memoria durante más tiempo, y con mayor claridad y sentido, que estas gotas de lluvia en la ventana; como si el recuerdo de dos caminos cruzados pudieran aún volver a cruzarse ignorando las nuevas fronteras; como si la distancia pudiera dejar, por lo menos, un pequeño hueco a la nostalgia. Conversamos como si esta lejanía que a duras penas compartimos fuera la de los seres lejanos, y no la de los alejados.

sábado, diciembre 18, 2004

Judas

No, yo no lo haría... Judas Iscariote se equivocó, fue un tonto moralista.

viernes, diciembre 17, 2004

Fuera

Me preguntan ¡a mí! qué hay dentro. ¡Dentro! Dentro no hay nada. Pero dentro está el caballo salvaje que bebe en el río y recibe, de repente, un lazo en el cuello. ¡Dentro no hay nada! Pero está la herida de la estatua del niño, que sangra cuando recuerda que decidió, con permiso del planeta, no dejar de crecer. Dentro no hay nada. Pero está siempre el bozal del deseo, la violencia de la fortuna, la succión tenaz, elegiendo piel, ataúd y qué delirio. Dentro no hay nada. Pero está la felicidad terca, fingiendo espejismos contra sus propios oasis. Dentro no hay nada. Pero está el desierto, perfecto y letal como la palabra ausencia, que se atrever a mentir, a diario, que dentro no hay nada. Después llega el animal, un tren por ejemplo, la gente baja, se cierra la herida de la estatua del niño y el mundo existe otra vez. Fuera.

jueves, diciembre 16, 2004

Frío.

Los días cada vez son más fríos, este invierno me está calando como ningún otro. El aire helado me golpea el rostro, mutila mis ideas, acaba con mis deseos. Siempre lo diré, prefiero los días cálidos.

lunes, diciembre 13, 2004

Casi cuatro.

Y a casi cuatro años de tu partida, te sigo extrañando, te sigo sintiendo, te sigo amando. Ojalá pueda volverte a ver un día. cuando muera también.
Ahora estoy bien con ese Mono, Me quiere, dice, yo lo quiero también aunque no entienda nada de nada. Las cosas se han complicado últimamente, afortunadamente es paciente conmigo y no me ha mandado al carajo y no ha dejado que yo lo mande a él. Te extraño, repito.

Lejos, lejos.

A veces te odio, quiero tenerte frente a mí para darte una patada en los güevos, hacerte chillar y arrepentirte de todo, la cosas es que eso sólo pasa cuando estamos lejos, que cuando te veo, te beso te abrazo y me olvido que te quiero dar una buena lección. Yo no sé qué pasa, pero la distancia está causando estragos en eso que sentía o siento o ya ni sé. Aunque ahora quisiera tenerte cerca...

martes, diciembre 07, 2004

Invención

Todo desemboca en esta eternidad que no desemboca.Invento el Insomnio y el grito de dolor. Invento la delación y la Masturbación.Invento la soledad, la soledad de la conciencia y la conciencia de la soledadContra el Silencio y contra el Bullicio invento la palabra.Contra la Esclavitud y contra la Opresión invento la Libertad que se inventa... y me inventa cada día.

domingo, diciembre 05, 2004



Y un buen día... me dejaron sin alas y sin ganas...

Odio


Desde hace algunos días me pasa algo raro. ando por ahí, caminando con las jetotas que últimamente no desaparecen de mi cara, y veo niños jugando, gente trabajando sin renegar, otros sonriendo, parece que todo está bien con ellos, veo parejas de enamorados, besándose, abrazándose, queriéndose ¡y los odio! No soporto ver a toda esa gente que no vive amargada como yo, los odio de verdad, ha de ser envidia, nunca me había pasado, aunque a ratos me da por llorar también, ahí sí acepto que me gustaría vivir así, que quisiera estar feliz siempre, ser querida… Pero odio que los demás si puedan hacerlo.