domingo, enero 09, 2005

Cepillo

Me miro en el espejo, abandono mi cepillo de dientes y sonrío, abro la puerta y la oscuridad me deja helada, no puedo mover siquiera un dedo de mis pies tratando de encontrar el final al falso infinito. Tengo miedo y sé que mi aliento no podrá defenderme.
Doy el primer paso y el viento helado sopla ligeramente, como si quisiera tocar suavemente mis más profundas entrañas.
Camino muy despacio para asegurar mis pasos, tan frágiles ahora.
Doblo la esquina, tratando de encontrar el camino más seguro, como si fuera al borde de un precipicio… trato de dar vuelta para no encontrarme ahí mismo…
Las escaleras me indican que es el final y aún con la terrible oscuridad puedo ver ese último escalón… donde mis pies casi podrían rozar el suelo y encontrar una repuesta…
Como la suave caricia de amor que nunca llegó.
El frío es cada vez más intenso y trato de correr, pero todo queda en el intento
Es ahora, que me doy cuenta que los fantasmas no deben lavarse los dientes de noche… no hace falta.

6 Comments:

At 11:42 a.m., Blogger Queen of Hearts said...

no sé si existen o no... pero igual me asustan.

 
At 12:15 p.m., Blogger Vita said...

Bueno, los fantasmas pueden ser recuerdos, pesadillas recurrentes, cicatrices. Qué se yo, infinidad de cosas, no sólo espíritus.

 
At 3:20 p.m., Blogger Vladimir Reyna said...

Pasaba por aquí...

 
At 3:27 p.m., Blogger Vita said...

Ningún teléfono cerca...
Je. ¿Cómo puedo acceder a tu blog? me denega el acceso desde aquí.

 
At 11:11 a.m., Blogger El Apo said...

hola:D

 
At 7:27 p.m., Blogger Jorge said...

Un fantasma de limpios dientes, interesante... Hay manias que quedan, poco importa que no se cumplan.

 

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